“Me dijo que me iba a hacer desaparecer”

Tras dos años de soportar las agresiones de su ex pareja y con una restricción perimetral, Silvina Romero tiene miedo de volver a su casa.

08/02/2019
enviar por mail imprimir Disminuir el tamaño del texto. Aumentar el tamaño del texto.
FUENTE

SN Online

MAS INFO SOBRE...

Quilmes

PALABRAS CLAVES

El grito de ayuda de Silvina es imposible de ignorar pero desde la Justicia y la Policía no pueden garantizarle su seguridad. En los últimos dos años, fue atropellada por su ex pareja y padre de su hijo de 9 años en un intento de femicidio, recibió incontables golpes y amenazas, tuvo un infarto y un ACV. Hace dos años que vive con miedo a ser un número más en la cifra de femicidios que no para de crecer.

“Todo comenzó hace dos años, a raíz de un engaño”, relató Silvina, vecina de Quilmes, en diálogo con SN Online, y explicó: “Él se puso agresivo y comenzó con el maltrato verbal y psicológico hasta que llegaron los golpes de puño”.

En diciembre de 2017, Silvina sufrió un infarto y a comienzos de 2018 tuvo un ACV. Cuando todavía se recuperaba de esos episodios, su pareja, Cristian Ariel Cisneros, la amenazó con prenderla fuego con un bidón de nafta, hasta que, finalmente, el 25 de febrero intentó matarla al embestirla con su camioneta cuando ella se encontraba junto al padre de él. Como resultado, ambos resultaron heridos, ella de gravedad.

A partir de estos acontecimientos, Silvina logró imponer una restricción perimetral para que él no pueda acercarse a la vivienda donde vive con el hijo de ambos y con los padres de él. Sin embargo, Cisneros violó la restricción en reiteradas ocasiones y tuvo que ser removido por la policía, tras ejercer violencia física y verbal tanto contra ella como contra sus padres.

En el último tiempo, logró mantener cierta distancia con el agresor pero las amenazas son constantes a través de mensajes a su teléfono. “Me dijo que me iba a hacer desaparecer y su amante amenazó con desfigurarme”, contó y expresó que tiene miedo de volver a su casa.

El relato de Silvina es un llamado de alerta a las fuerzas de seguridad y a la Justicia que deben garantizar su bienestar. Ella todavía no cuenta con un botón antipánico y la restricción perimetral parece insuficiente para evitar que el contacto con quien ella describe como su "agresor y verdugo".