Un joven busca a su mellizo, entregado por su mamá a los pocos días de nacer

La madre sostuvo por años que el bebé había muerto horas después del parto, pero 31 años más tarde su hermano conoció la verdadera historia. Ahora lucha por recabar datos que le permitan encontrar una explicación y poder reencontrarse.

Hernán Paredes empezó hace unos meses una búsqueda que jamás se imaginó que emprendería: La de su mellizo. Durante casi toda su vida creyó que su hermano había muerto a las pocas horas de nacer en el Hospital Paroissien, pero esa sólo era la versión que le había contado su mamá.

Después de reconciliarse con su padre, al que no veía desde los 9 años, el joven comenzó a enterarse de una serie de detalles que hicieron que dudara de la historia que conocía. Según contó Hernán a SN Online, su madre estuvo acompañada durante todo el embarazo por una partera que se encargaba de asistirla, porque su papá, de nacionalidad paraguaya, no podía acercarse al hospital por la falta de documentación.

El bajo peso con el que nacieron los bebés hizo que el mellizo, ahora desaparecido, debiera ser trasladado al Hospital de La Plata. “Cuando lo estaban llevando en la ambulancia, mi hermano murió en el camino, pero nunca les dieron un cuerpo ni un certificado de defunción”, relató.

Tras exigir explicaciones insistentemente, el papá consiguió que la madre confesara que la partera, que se hacía llamar Pura, se había llevado a sus dos hijos para venderlos. Ante esta situación, el hombre se presentó en la casa de la mujer, en Isidro Casanova, y consiguió que le entregara sólo a uno de ellos, asegurándole que el restante había fallecido.

Las sospechas del joven fueron confirmadas por una de sus tías, que le contó que su mamá se había acercado a la supuesta enfermera “para pedirle ayuda porque no se podía hacer cargo de los bebés”, bajo la presunta complicidad de los dos médicos que participaron en el parto.

La desesperada búsqueda hizo que hace pocos días se contactara un familiar de Pura, que murió hace cuatro años, y le confesara que ella nunca trabajó en el área de salud, sino que “tenía mucho peso en La Matanza y tenía gente conocida dentro del hospital y en el barrio, que le permitían ingresar para “marcar” a las mujeres.

La historia de Hernán todavía no llegó a su fin. Su madre sigue negando las acusaciones y cada día recibe más datos que confirman que su hermano no murió aquél día de 1986. “Todos los días me mandan fotos de chicos que se parecen a mí. Me da mucha ansiedad. Tengo ganas de saber algo de él, dónde está, qué hace, si tiene mejor vida que yo”, expresó.

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