Tres años de prisión para los policías que agredieron a una mujer en Laferrere

La pena, dictada por el juez Horacio Giusso, sostiene que Uriel López y Rodrigo Álvarez “jamás debieron haber sido autorizados a portar un arma de fuego para prevenir delitos” y los inhabilita a realizar funciones púbicas por 6 años.

19/03/2019
enviar por mail imprimir Disminuir el tamaño del texto. Aumentar el tamaño del texto.
FUENTE

SN Online

MAS INFO SOBRE...

La Matanza

PALABRAS CLAVES

En un fallo ejemplar, el Juzgado Correcional N° 2 de La Matanza encontró culpable de “vejaciones” a los exintegrantes de la Policía Local quienes, tras mantener una discusión con Nimia Brítez Zorrilla, la agredieron física y verbalmente, en un hecho ocurrido en diciembre de 2016.

Entre los argumentos de la decisión se encuentra que, al momento del episodio que se juzga, la víctima “no era una sospechosa de haber cometido un delito de acción pública atrapada en flagrancia” y que, por consiguiente, “no podía ser privada de su libertad sin orden escrita de juez competente”.

Por otra parte, el magistrado consideró que los efectivos, que realizaban aquel día un recorrido a pie por la avenida Luro, “abusaron de sus funciones como servidores públicos”, y que sus conductas “acarrearon un intento de aprehensión realizado de modo innecesariamente cruel”.

Asimismo, Guisso desestimó el argumento del abogado Roberto Zanardi quien consideró que sus defendidos utilizaron la “menor fuerza posible” para reducir a la damnificada y utilizó como agravante la condición física de Brítez Zorrilla, siendo ésta “una mujer de cincuenta años, con una débil salud y dificultades para movilizarse”.

En este sentido, consideró que “arrojar a la denunciante al piso con violencia para colocarle las esposas no parece ser el ejercicio de la fuerza mínima necesaria para ejecutar un acto funcional como la aprehensión”.

Por último, no acompañó el pedido del abogado Alejandro Bois de imponer a los condenados, horas de trabajo en instituciones que se ocupen de defender a víctimas de violencia de género o violaciones a los derechos humanos.

“Me parecieron personas emocionalmente imposibilitadas de ayudar a nadie (las pericias psicológicas practicadas sobre ellos demostraron agresividad y falta de empatía), situación que su escaso nivel intelectual y su falta de preparación técnica no contribuyen a mejorar”, detalló.

Y concluyó: “Jamás debieron haber sido autorizados a portar un arma de fuego para prevenir delitos en estas condiciones”.