Ramos Mejía: desmienten las versiones de cómo murió el joven hallado en un autoservicio

El cuerpo sin vida de Ezequiel Delgadillo, de 25 años, fue encontrado la madrugada del 10 de enero en un galpón de la estación de servicio ubicada en Medrano y avenida Rivadavia. Muchas versiones circularon en torno al caso, hasta que su familia contó lo que verdaderamente ocurrió.

17/01/2019
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SN Online

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El hermano de la víctima, Leandro Delgadillo, recordó que el último contacto que mantuvieron fue por teléfono un día antes de su muerte. Le había preguntado si ese miércoles podía ir a su casa a la noche, pero Ezequiel le había comentado que tenía un cumpleaños por lo que no estaría.

Al día siguiente, le envió un mensaje, pero nunca tuvo respuesta. Tampoco contestó los de su madre, con quien charlaba a diario, ni los de sus compañeros de trabajo a quienes les pareció “rara” su ausencia, ya que “era el que siempre llegaba primero”.

“Ese jueves esperamos tranquilos. Él solía perder el celular o quedarse sin datos. No pensamos nunca en que le podría haber pasado otra cosa”, expresó su hermano a SN Online, y contó que luego de dos días sin saber nada, creyeron que estaba desaparecido e hicieron la denuncia en la Comisaría 2° de Ramos Mejía.

Desafortunadamente, horas después la Policía se contactó con la madre de Ezequiel y le informaron que su hijo había fallecido, y su cuerpo se encontraba en la morgue, donde fueron a hacer el reconocimiento.

Según pudieron reconstruir mediante sus últimos mensajes de whatsapp y los testimonios, esa trágica noche, el joven volvió de la fiesta en un Uber y cuando llegó, notó que no tenía sus llaves. Primero, escaló la reja de su casa, y dejó su celular y billetera en la ventana.

Luego se dirigió al autoservicio de la vuelta de su casa, que tenía una escalera que conectaba con el techo de su vivienda. “Yo creo que pensó que podía subir al techo y pasar, pero en una parte había una chapa trasparente que se rompió y cayó de cabeza. Murió al instante”, relató.

A una semana del trágico episodio, Leandro decidió contar la verdad ante las variadas y erróneas historias sobre la muerte de su hermano. “No hubo un encierro por parte de dos chicas, no se subió a un techo para tirarse, ni intentó robar el taller, como se dijo. Fue un accidente, nada más”, lamentó.