La bala que mató a una mujer en un colectivo era de la Policía
El hecho ocurrió en la tarde del 27 de diciembre pasado, a bordo de un interno de la Línea 338. Sandra Rivas recibió un tiro en la cabeza y falleció en el acto.
Si bien los testigos del hecho afirmaban que había sido uno de los delincuentes quien disparó, las pericias indicaron que el proyectil salió del arma de un joven de 19 años, efectivo de la Policía de la Ciudad, que viajaba en el transporte vestido de civil, y que, ante la aparición de los delincuentes, decidió actuar.
Ante estos resultados, el fiscal a cargo del expediente, Andrés Devoto, notificó al policía de la imputación -por homicidio agravado por el empleo de armas- y le tomó declaración, aunque no impuso ninguna medida restrictiva en su contra al considerar que no hay peligro de fuga ni de entorpecimiento de la investigación.
Lo que complica la situación del efectivo, quien había egresado de la fuerza 16 días antes del hecho, es que el disparo mortal entró por la nuca de Rivas y los ladrones se encontraban en la tercera fila de asientos de cara a la víctima, mientras que el agente, ahora imputado, estaba detrás.
El caso
El lamentable episodio se produjo en un interno de la línea 338, más conocido como La Costera, en Ruta 4, a la altura de la intersección con la avenida Olimpo, en el límite de los partidos de Lomas de Zamora y Esteban Echeverría.
Dos ladrones subieron al colectivo y comenzaron a exigirles las pertenencias a los pasajeros. En ese momento, un oficial de la Policía de la Ciudad y una agente de la Bonaerense que iban vestidos de civil advirtieron lo que pasaba.
Los agentes se identificaron, sacaron sus armas y dieron la voz de alto, pero solo el agente porteño accionó su arma. Una de las balas mató a Sandra Rivas.