El odio de una parte de la oposición no conoce de límites

06/07/2020
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PALABRAS CLAVES

Tomás Domínguez*
La actitud de los dirigentes de Juntos por el Cambio va en desmedro de la política y de la institucionalidad democrática, donde los medios utilizados son el engaño, el miedo, el odio para dividir a la sociedad, en momentos que requieren de la unidad de los argentinos frente a un escenario de incertidumbre generado por la pandemia del COVID-19.

Sin embargo, no sería justo atribuir el comunicado de algunos dirigentes a toda la oposición al gobierno, por lo que es necesario hacer lugar a una clara conceptualización de su composición.

El gobierno de Mauricio Macri estuvo integrado por dos grandes grupos con intereses contrapuestos. Mientras algunos dirigentes y militantes de Cambiemos creían que su aporte consistía en fortalecer la institucionalidad democrática, a pesar de no verse reflejado en las acciones de gobierno, otros que provenían de sectores concentrados de la economía, vieron en el Estado la posibilidad para cambiar las reglas de juego y a través de la especulación financiera poder enriquecerse a costa del hambre y del empobrecimiento del pueblo.

Tal y como afirmaba Dolina cuando expresaba: “si usted cree que los políticos son todos iguales el problema es suyo que no sabe distinguirlos”, es importante entonces diferenciar a quienes están entregando su esfuerzo para cuidar al pueblo y quienes utilizan la muerte y el dolor para generar odio y división.

Utilizar la muerte como un instrumento para generar divisiones en la sociedad con el objetivo de debilitar a un gobierno es tan malo que amerita el repudio de todo el espectro político, porque como afirmaba Edmund Burke, “para que el mal triunfe sólo es necesario que los buenos no hagan nada”.

Los acontecimientos que marcaron significativamente la historia de nuestro país están llenos de amor y de solidaridad: el amor por la Patria de los combatientes de Malvinas, la amor por los descamisados de Evita, la lealtad del pueblo a Perón, la gratitud del pueblo con Néstor Kirchner y la valentía y el coraje de Néstor para defender a los argentinos.

Tendrán lugar en la política argentina, aún en las diferencias, quienes entiendan que es tiempo de responsabilidad en la construcción de consensos para alcanzar el bienestar general; y no quienes hagan de la mentira y el odio un lenguaje común para debilitar a un gobierno que vino a poner de pie a los argentinos.

La utilización política de una muerte o de una desgracia no puede tener lugar entre quienes entienden que la finalidad de la política es mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En este escenario, vale la pena reflexionar sobre la importancia de construir horizontes compartidos entre quienes tengan vocación por defender los intereses nacionales, junto a un gobierno de coalición que deben afrontar una crisis como la que afronta hoy nuestra Argentina, con una pandemia en un sistema sanitario que fue devastado en los últimos cuatro años y con un nivel de endeudamiento y de deterioro social que amerita ser ponderado a la hora de gobernar.

*Lic, en Psicología
Mg. En Gestión de la Comunicación Política
Dirigente provincial del Movimiento de Restauración Peronista