Cerca de 90 trabajadores quedaron en la calle por el cierre repentino de una fábrica de cortinas

Se trata de una empresa radicada en la localidad de La Reja y con una antigüedad de 60 años. Los despedidos acampan en el lugar para impedir que los dueños vacíen las instalaciones. Además, habría más de 50 clientes que resultaron “estafados”. “Nos jodieron a todos”, manifestó un delegado gremial.

08/10/2019
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Sn Online

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Moreno

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El lunes, no fue un día más para los trabajadores de la empresa Cortinas Esteban. Es que, cuando llegaron a la fábrica para comenzar su jornada de trabajo, se encontraron con las puertas cerradas y puestos de vigilancia que les impedían el acceso. Cuando preguntaron qué pasaba, la respuesta fue inesperada: “La fábrica cerró sus puertas”.

Ante la sorpresiva situación, los despedidos comenzaron una vigilia, con acampe incluido, en las puertas de la empresa, ubicada en la calle Sófocles 1.517, localidad de La Reja, partido de Moreno.

“Quedamos 90 compañeros en la calle. El lunes nos encontramos con la fábrica cerrada, habían puesto vigilancia trabando las puertas para que no pudiéramos entrar. Cuando preguntamos qué pasaba, se acercó uno de los dueños para decirnos que nos iba a llegar el telegrama de despido y que la fábrica cerraba por la situación económica”, manifestó en diálogo con SN Online Julián Dobal, trabajador de la empresa hace 25 años, delegado gremial y miembro de la comisión directiva del Sindicato de la Madera de La Matanza.

Según el representante de los trabajadores, uno de los dueños de la empresa les aseguró que les iban a pagar. Sin embargo, hasta el momento ninguno de los afectados recibió el telegrama de despido ni ningún otro tipo de notificación.

“Estamos haciendo una vigilia con todos los compañeros para impedir que se lleven cosas de la fábrica, porque no sabemos cómo ni cuándo nos van a pagar”, contó Dobal, quien, asimismo, aseguró que “la empresa estaba trabajando bien”. “Había mermado un poco el trabajo, un 20 por ciento, pero hasta el viernes veníamos trabajando todo el día, haciendo horas extras”.

Además, contó que, ayer (lunes) se acercaron al lugar muchos clientes “que ya habían pagado sus ventanas" y se encontraron con la fábrica cerrada. “Nos jodieron a todos”, lamentó.

Incertidumbre
La situación fue totalmente sorpresiva para los cerca de 90 trabajadores que quedaron en la calle. Por eso, mientras realizan la vigilia, analizan los pasos a seguir. Por el momento, lo que se sabe es que en estos días tendrán una audiencia en el Ministerio de Trabajo de San Miguel y, ahí, podrán enterarse cómo continúa el conflicto.

“El dueño de la empresa es Bernardo Esteban, y tiene dos socios, primos, que son del barrio. Por ahora, solo hablamos con un abogado, al que le presentaron los estados contables, pero nos dijo que aun no tenía claro qué pasos iba a tomar la empresa”, contó Dobal, quien aseguró que cuentan con el apoyo de muchos gremios que se solidarizaron por la situación, la CGT regional entre otros.