Tabacaleras pidieron ser exceptuadas para poder reactivar la producción la próxima semana

Desde el Fondo Nacional del Tabaco aseguran que hicieron el pedido formal al Gobierno nacional para que las fábricas de cigarrillos puedan reanudar sus actividades. El tráfico ilegal y las marcas apócrifas, son algunas de las consecuencias que generó el freno en la producción por el aislamiento.

07/05/2020
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El aislamiento social preventivo y obligatorio decretado por el Gobierno nacional el 20 de marzo pasado, en el marco de la lucha contra el coronavirus, dejó al sector industrial con cientos de fábricas cerradas y su producción paralizada. El caso de las tabacaleras no es la excepción y, a más de un mes y medio del inicio de la cuarentena, las consecuencias empiezan a notarse en varios aspectos: faltante de cigarrillos en los comercios, marcas apócrifas y tráfico ilegal.

En ese contexto negativo, y especulando con que el Gobierno nacional amplíe la lista de actividades exceptuadas a partir del 10 de mayo, los fabricantes de cigarrillos elevaron un pedido formal a Alberto Fernández para poder volver a la actividad.

"Nosotros venimos planteando con el ministro de Agricultura, Luis Basterra, que tienen que volver al trabajo las fábricas. Mantuvimos reuniones con el intendente de Merlo y también con el ministro de Producción de la provincia de Buenos Aires. Creemos que el Presidente, en los próximos días, va a anunciar la apertura de la cuarentena para ciertas actividades industriales y en el caso del tabaco creemos que se permitirá", manifestó el titular de la administración del Fondo Especial del Tabaco, José Villariño, en una entrevista ofrecida al portal InfoBaires 24.

"La producción del tabaco en aquellas provincias que más hectáreas tienen, como Salta y Jujuy, ya habían hecho entre un 80 y un 90 por ciento del acopio y dentro de todo ese sector está cubierto. Lo que sí ha afectado mucho es el cierre de las fábricas de cigarrillos, que es el sector industrial. Esto llevó a que no se haya cerrado el precio del tabaco en el Norte. Hasta ahora, han vendido por el stock que tenían las fábricas, pero se está acabando y aparecen los sobreprecios", explicó el dirigente tabacalero.

En esa línea, contó que ya se están inspeccionando fábricas, como el caso de una radicada en Merlo. "Es totalmente automática, excepto un sector. Se ha hablado que les reconozcan la nafta a aquellos trabajadores que van en sus vehículos o le den un auto particular para que vayan a sus puestos sin usar el transporte público", comentó.

En relación a la situación que atraviesa el sector tabacalero, Villariño comentó que "hay faltante de las principales marcas y eso ha hecho que prolifere la aparición de marcas apócrifas provenientes de Paraguay".

"Tienen un valor mucho más bajo, con un tabaco de menor calidad, pero terminan costando lo mismo que una primera marca. Antes, salían 60 pesos y ahora cuestan 200. El fumador compulsivo tiene que consumir y compra otra marca. Se ha controlado y se ha desbaratado el cargamento ilegal, pero es cierto que han proliferado. Cuando avance el proceso de producción legal se va a retirar la ilegalidad", aseguró Villariño.

En otro tramo de la entrevista, explicó cómo funciona el Fondo Nacional del Tabaco: "Se compone de un impuesto del siete por ciento de los impuestos al precio de los cigarrillos que lo administra el Estado nacional por medio del Ministerio de Agricultura de la Nación. Ese dinero se distribuye a las siete provincias productoras de tabaco en la Argentina que son Salta, Jujuy, Misiones, Tucumán, Chaco, Corrientes y Catamarca".

Y continuó: "De eso que recauda el fondo, el 80 por ciento va al productor como complemento del precio o bien como apoyo por medio de combustible, obra social o seguro de granizo. El 20 por ciento restante, constituye la caja verde, que fue diseñada por ley para atender cuando hay déficit o para mejorar las condiciones de infraestructura del sector productivo y las condiciones sociales del sector tabacalero".

Villarino recordó que la producción tabacalera tiene su fuerte durante seis o siete meses al año y, debido a eso, "es necesario darle al productor una garantía económica para hacerlo".