La pandemia nos puede traer incertidumbre y también a un desconocido: nosotros mismos

21/05/2020
enviar por mail imprimir Disminuir el tamaño del texto. Aumentar el tamaño del texto.
PALABRAS CLAVES

*Por Paula Rodríguez
En estos momentos de aislamiento social, en donde nuestras rutinas diarias se han visto modificadas, nuestro tiempo se ha hecho pausa, y es allí donde la reflexión puede hacerse un lugar. Entre tantas incertidumbres, podemos encontrarnos frente a grandes interrogantes, muchos de ellos de carácter existencial.

Pensamos en las decisiones tomadas en nuestro pasado, que nos llevan al presente en el que vivimos, nos instalamos ante la idea del no poder proyectar demasiado y sin embargo, nos olvidamos de repensar en una de las posesiones más valiosas que tenemos y a la que podemos echar mano: nuestras aptitudes.

En algún momento de nuestra historia personal quizás las hayamos olvidado, sin saber que son UNA LLAVE. Muchas veces no nos la han podido facilitar de pequeños, porque quizás no supieron cómo o tan sólo no pudieron hacerlo. Y por ende, esa llave que abre la puerta a nuestra vocación, a nuestras potencialidades, queda extraviada, adormecida en algún rincón, sin poder quizás jamás reconocerla, pero allí está.

Crecemos, mayormente, sin prestar la atención suficiente a las habilidades que poseemos, nos centramos en lo que no hay, en lo que no podemos, en lo que no tenemos, en lo que nos pasó y así vamos arrastrando el lastre de reservar para algún momento futuro, que no es justamente hoy, esa búsqueda. Pero ¡vaya paradoja!, el presente es el único habitable, conformado por una cadena de sucesos pasados y un futuro que nunca llega, pero que vamos construyendo paso a paso, ¿cuándo?, en este preciso instante, ahora mismo. Hoy es el tiempo.

Hoy es el momento. ¿Podremos habilitarnos a buscar esa llave y reencontrarnos con esas capacidades?. ¿Podremos acaso, transitar el camino para recordar dónde quedaron olvidadas?. ¿Darnos la oportunidad de recrearlas, si es que nunca nadie nos ha ayudado a verlas?. Tantas preguntas pueden desembocar en un ¿¡pero cómo!?: "haciendo". En el preciso momento que nos volvemos conscientes de ésto, esa llave se nos revela.

Ya lo decía Antonio Machado: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar"

*-Lic. en Psicología MN 62207-
-Orientadora Vocacional.
-Lic. en Cs. De la Comunicación.